El Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, en el Castillo de Castellet

El Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, en el Castillo de Castellet

 La Fundación Abertis sigue apostando por el arte a través de su colaboración con el Palau de la Música Catalana, una de las instituciones más destacadas del panorama cultural. Esta alianza impulsa el talento, la creatividad y la difusión de la música como un patrimonio universal que enriquece a la sociedad.

Con esta cooperación, la Fundación continúa apoyando iniciativas que acercan la música a todos los públicos y garantizan su acceso sin barreras. Creemos en su capacidad para emocionar, conectar a las personas y transmitir valores culturales, enriqueciendo el tejido social e inspirando a las nuevas generaciones. 

El castillo de Castellet, como parte de este vínculo, acogió un concierto excepcional del Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, bajo la dirección de Xavier Puig. ‘Un cant a la natura. Un crit de la terra’ ofreció una experiencia sensorial única que combinaba música y aromas, rindiendo tributo a la naturaleza y llamando la atención sobre su fragilidad. 


El repertorio abarcó seis siglos de música coral, explorando la relación entre el arte y el entorno natural. Piezas clásicas y contemporáneas se entrelazaron para transmitir un mensaje de respeto y conciencia ecológica. Entre ellas, destacó la obra de Alberto Grau, inspirada en la frase “Kasar mie la gaji” (“la tierra está cansada”, en el idioma de los africanos del Sahel), que denunciaba la crisis medioambiental. 

Además de la música, el concierto integró fragancias naturales que evocaban el bosque, la tierra, las flores y el mar, creando una atmósfera envolvente. “La música y los olores comparten la capacidad de transportarnos a lugares físicos o imaginarios y despertar recuerdos y emociones profundas”, señalaba el programa. 

El público quedó maravillado por la calidad vocal del Cor de Cambra y la fuerza del mensaje. Al finalizar el concierto, los aplausos resonaron en el castillo de Castellet, en una noche en la que el arte, la cultura y la naturaleza dialogaron en perfecta armonía. 

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